Cerca de 5 millones, entre jubilados, pensionados y otros, vemos con asombro cómo se dispone de los pocos ahorros con que cuenta la ANSeS. A partir del decreto de asistencia a la niñez, nuevamente los más desposeídos vuelven a "pagar" otra fiesta del poder.
Parecería que se olvidaron cuando, con el mismo procedimiento, el ministro de Bienestar Social José Lopez Rega transfería las reservas de la ANSeS en un préstamo millonario en dólares, que se licuó en el tiempo, para la Caja de la Marina Nacional.
Este método ahora aplicado no es nada novedoso, siempre fue utilizado por el poder de turno.
En esta oportunidad todo aquel que haga un simple cálculo aritmético advertirá que los $ 20.000 promedio/jubilado de que dispone el Fondo de Reserva, se licuará por la inflación y el deterioro de la moneda.
Así, la historia se repite; así, la historia confirma la horrenda enseñanza de no creer.
Este mensaje de un abuelo es la triste experiencia de quien, cuando niño, le enseñaron que "el ahorro es la base de la fortuna".
Creí porque era niño, hoy les debo mostrar la ingratitud del poder a mis nietos, enseñándole, con ejemplos de la permanente estafa a que serán expuestos, que todo es un engaño, para que no lleguen a mi edad frustrados.
Les pido a mis nietos y a los niños en general, que no sean cómplices de decisiones de vida o de muerte de quienes son indefensos.
No se pueden salvar a los niños tirando por la borda a los ancianos y viceversa.
Alberto Murano a-murano@ar.inter.net
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