EL ESTADO AYUDA SÓLO A SUS AMIGOS
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¡PERO QUÉ AMIGOS...!
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(Escribe Roberto C. Neira). Leer y enterarse a través de los distintos medios que Charly García llegó a Buenos Aires desde Mendoza en un avión sanitario que puso a su disposición el Gobierno de San Juan y que posteriormente fue trasladado en una ambulancia que lo esperaba en la pista de aterrizaje a la unidad presidencial del segundo piso del Hospital Argerich, para la gran mayoría de los argentinos resultó, poco menos, que una patada en el hígado.
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Pero por si la ayuda brindada al músico fuese poca, se informó más tarde que la sala de terapia intermedia del hospital fue habilitada para él por una gestión del jefe de Gabinete, Alberto Fernández y que la Presidencia de la Nación pagó todos los gastos de su traslado.
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Charly, un personaje que se hizo más famoso por mostrar el culo en los escenarios, por irritarse y pelearse con sus músicos, representantes y con gente del público en sus recitales, que por su innegable talento para el rock nacional, ha sido esta vez tocado por la varita mágica de la buena suerte. ¿Será pobre, no tendrá familia y no puede pagarse un traslado y una estadía en un sanatorio privado?
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En búsqueda de una explicación ante tanta estupidez del o de los funcionarios que autorizaron semejante desatino, solo se me ocurre que la atención especial a Charly de parte del gobierno es producto de la afiebrada imaginación de alguien que ha creído que este es el momento de reconocer en el rockero los servicios brindados a la Patria (?).
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Mientras tanto, y sólo con el ánimo de poner un ejemplo de las carencias que casi la mitad de los argentinos (20 millones) padecen frente a la miseria, el hambre, la inseguridad, la desocupación y otras circunstancias poco agradables a que nos han sometido 19 años de gobiernos corruptos, incapaces, que en muchos casos exhiben aspectos que se asemejan a actitudes criminales; pues también este gobierno de Dña. Cristina Fernández de Kirchner, mira para otro lado y se enfrasca en absurdos enfrentamientos con sectores potenciales de la actividad productiva, pero sin dejar de ayudar a sus amigos en los malos trances con los recursos que todos pagamos, en lugar de solidarizarse con aquellos que necesitan urgentemente que les tiren una soga para no ahogarse.
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Por esta desidia oficial, los jubilados, por ejemplo, no solo tienen que andar mendigando medicamentos y servicios esenciales, sino que son mal atendidos en hospitales públicos (como el Argerich y tantos otros de la Capital, del conurbano y de las provincias), donde deben formar espantosas colas, cualquiera sea su edad, a tempranas horas de la madrugada. En esas pésimas condiciones deben soportar demoras de todo tipo para la entrega de elementos imprescindibles como son los anteojos para el que tiene problemas visuales y ni qué hablar de un aparato ortopédico, una prótesis, sillas de ruedas o drogas oncológicas (en los casos en que el PAMI las autoriza), pues, para todo esto, PAMI demora con rebuscados métodos burocráticos para negar la asistencia, por supuesto, jugando con la vida de las personas.
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Tal es el extremo a que se ha llegado que en el propio seno del Departamento de Medicamentos del PAMI, en Bartolomé Mitre 1340, de esta ciudad, existe una oficina de amparos, lo que confirma que los jubilados que no pueden obtener su provisión de medicamentos o cualquier servicio o elemento esencial para proteger su salud, deben acudir a la Defensoría General de la Nación para pedir un "recurso de amparo" y el juez interviniente debe intimar al (INSSJYP) Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), en los que casos que corresponda, a cumplir con la Ley. Si todo el papeleo está en condiciones, en menos de una semana podrán conseguir lo que a PAMI les lleva un mes o dos.
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¿No es absurdo? Sin embargo, para el gobierno no parece ser un problema que lo preocupa y recurre a las estadísticas que marcan un superávit financiero en la obra social de los jubilados con la intención de mostrar que está todo en orden.
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Claro que, en el caso que suceda lo peor, es decir, que un jubilado pase a mejor vida (sin ninguna duda) gracias al abandono a que lo sometió el PAMI, mientras están velando al difunto, quizás algún funcionario ofrezca una "justificada" explicación y pida las disculpas de rigor. Tal como veo que a menudo acontece con un par de funcionarios que se encargan de responder a los requerimientos de los jubilados y pensionados en la página que el diario Clarín publica todos los sábados dentro de la sección "Cartas al país".
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Aquel que piensa que este gobierno es populista vive en otro país. El que cree que este gobierno es asistencialista, todavía no salió del limbo impenetrable de su confusión...
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Este gobierno es lo más impopular que se ha visto en mucho tiempo. Porque recurre a la mentira para hacer creer que se preocupa por la pobreza, por los necesitados y en verdad sólo recurre a la filantropía cuando se trata de sectores o personas que gozan de su amistad o que apoyan este proyecto (por llamarlo de alguna manera) desastroso de país, que servirá, como nos viene sucediendo seguido, para que unos pocos puedan engullir el pedazo más grande de la torta y la mayoría tenga que repartirse las migajas debajo de la mesa.
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Así estamos...
1 comentario:
Soy una ciudadana bastante disconforme con la gestión de ls Presidenta y con el período anterior ejercido por su marido, a pesar de ello no me parece criticable el préstamo de un medio de transporte oficial para asitir a un referente de la cultura que atraviesa una severa crisis emocional. El Señor Charly García no se hizo famoso por los escándalos sino por ser un compositor mágico que pudo expresarnos a much@s, de diferentes generaciones. Me asombra encontrar estos calificativos despectivos de un músico hacia el músico de rock más talentoso de nuestro país.
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